Cada vez disponemos de mas estudios para evaluar el bienestar fetal. Pero también han aumentado las condiciones que alteran este bienestar, en especial madres de edades avanzadas o con enfermedades crónicas.

Simplemente conociendo la edad podemos hacer un cálculo del riesgo de presentar anomalías congénitas, el cual puede precisarse con algunos exámenes de laboratorio y con estudios con ultrasonido o sonogramas. Los exámenes prenatales básicos nos permiten conocer si la madre cursa con anemia, infección urinaria, alteraciones renales, hepáticas, infecciones de transmisión sexual, etc.

Entre los exámenes de laboratorio mas utilizados, está el llamado triple marcador que mide la hormona gonadotrofina coriónica, la alfafetoproteina y el estriol y de acuerdo a los resultados nos ayuda a sospechar trastornos del tubo neural (mielomeningocele, espina bífida, etc) o trisomías como la del 21 (síndrome de Down u otras como la 13 y 18.

Un ultrasonido Doppler de alta definición (3 D) entre las 12 ( entre 11.3 y 13.6) semanas permite identificar o no el hueso nasal y si hay o no translucencia nucal, lo cual nos aumenta precisión en el diagnóstico de cómo viene ese bebé. La precisión aumenta si se realiza el ultrasonido a las 20 (entre 18 y 22) semanas, lo cual permite analizar mejor todas las estructuras anatómicas del bebé y asegurarnos que viene bien, descartando comunicaciones anormales en el corazón, regurgitaciones de sangre, pulsos de sangre, paladar hendido, labio leporino, manos, dedos, brazos, pies, abdomen, cabeza sexo del bebé, etc.

En aquellos casos donde la sospecha de una alteración es muy grande, desde la décima semana del embarazo, con una simple toma de sangre materna con análisis del ADN de las células del feto, ha ido sustituyendo a estudios mas invasivos como amniocentesis y biopsia de vellosidades coriales. Lo cual se ve en esta misma página web en diagnóstico prenatal no invasivo.

“Cada vez disponemos de mas estudios para evaluar el bienestar fetal.”

Para evaluar bien la evolución de su bebé dentro del útero es fundamental la atención prenatal regular por un gineco-obstetra calificado quien valorara el crecimiento de su bebé, si es armónico, los flujos de sangre en la placenta, la cantidad de líquido amniótico, los latidos cardiacos de su bebé y si usted no esta presentando alteraciones propias del embarazo. Si usted es una paciente con embarazo de alto riesgo por su edad, estado nutricional, enfermedades concomitantes, antecedentes de muertes fetales o partos pretérmino, embarazos múltiples, etc, lo más conveniente es que la atienda un especialista en medicina materno-fetal, que son gineco-obstetras especializados en embarazos de alto riesgo.

Posteriormente con valoración en el consultorio, descartando que se presenten complicaciones propias del embarazo (preeclampsia, diabetes gestacional, aumento o diminución del líquido amniótico, localización del cordón, características de la placenta (previa, con grados leves de desprendimiento o grados anormales de adherencia al útero) así como evaluación del estado de su bebé, su crecimiento, movimientos, latidos, etc, le dará gran seguridad de que todo va bien.

El valorar adecuadamente el bienestar de su bebé para tomar medidas oportunas antes de que sea demasiado tarde es fundamental. Los exámenes de laboratorio y de ultrasonido en casos de alto riesgo y la atención por un especialista en medicina materna fetal es de gran utilidad.